Quiero destacar, como futura periodista, la figura de una de las grandes mujeres de la comunicación española, la periodista Ana Rosa Quintana, quien protagoniza de lunes a viernes un magazín matinal en Tele5. He elegido a esta figura del periodismo porque me parece interesante la función de comunicadora social que desempeña en su espacio.
Ana Rosa ha nacido en una familia de médicos y militares. Tal vez esto explique la línea que ha seguido en su carrera: sus armas para tratar la información han seguido un rigor y una cierta sensibilidad ante el dolor ajeno. Además su principal lucha ha sido la defensa del maltrato, y más concretamente la defensa de la mujer.
Por ello, una de las innovaciones del programa ha sido la introducción de la denuncia como género periodístico. Hace verdadero hincapié en la violencia de género, drogas en las escuelas o agresiones de padres a hijos.
En su programa tienen cabida una gran diversidad de temas donde prima la pluralidad de contenidos y su visión de los hechos. Pretende que el mensaje llegue a todo el mundo. Es de las que mantiene que transmitir una cosa u otra al espectador sólo depende del periodista.
Pienso que hay pocos periodistas que se mojan y dicen lo que piensan. Tal vez, por miedo a equivocarse, ya que no hay una sentencia que afirme la culpabilidad de dicho individuo, o tal vez por no involucrarse porque piensan que su tarea estricta es la de informar. Lo que quiero decir es que Quintana es una de estas periodistas que no siguen este modelo. Sino que se implica en los hechos y ofrece una valoración de lo ocurrido, dejando ver una postura clara de lo que piensa e involucrando al espectador a que tome una determinada postura.
Esto no quiere decir que el periodista deba siempre manifestar su opinión, ni posicionarse según su propio juicio. Para evitar riesgos innecesarios podría servirse del reportaje neutral, una manera de decir lo que piensa en boca de otros. Pero no siempre es lo correcto, de esto hablaremos más adelante.
Por tanto, la labor del periodista no es tarea fácil. Para ser un buen periodista, a mi juicio, se debería tomar postura en el asunto y si verdaderamente se han contrastado los hechos y se han verificado, por qué no mojarse. A veces se pierde y otras se gana.
Creo que ana rosa ha sido una periodista algo influenciable hace muchos años, no se ha mojado para nada, incluso ha evidenciado mucho su posición política, cosa que un periodista no debería hacer. Debe informar o narrar las cosas sin tintes ideológicos. No he visto el programa pero lo veré, no pudo criticar sin saber de qué trata. Pero así como lo cuentas, creo que debe ser interesante. Si ana rosa quintana se ha trasformado y realiza ahora una labor social de denunca me alegro mucho. Me sorprende en cierta medida. También le echaré un capote diciendo que en los medios donde se trabaja también condicionan la ideología o el decir algo por motivos empresariales. La denuncia social es algo a lo que muchos deberíamos hacer referencia de vez en cuando. quizá descubramos otra cara de Ana Rosa Quintana...en ese programa.
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